Corría el año 2006 cuando empezó a a verse en carteles políticos a un partido novedoso y un candidato aún más, desnudo, sin ropa, sin nada...ese era Albert Rivera. Ciudadanos era el partido, bueno mejor dicho "Ciutadans", un partido fresco, que quería venir para quedarse y poner un poco de lógica en toda la deriva nacionalista catalana. Se consideraba el defensor de esa inmensa mayoría silenciosa que estaba en contra de todo lo que representaba el nacionalismo, posteriormente convertido en independentismo. Un partido moderno que cortaba de igual forma con un Partido Popular anquilosado, y con un PSC-PSOE vendido a las garras del catalanismo más o menos radical. La presentación del mismo no era mala a priori, personas del mundo intelectual, empresarial...y como líder y candidato a la presidencia de la Generalitat, un joven que todavía le quedaban unos cuantos años para llegar a la treintena, con estudios universitarios, trabajando en el sector privado, en definitiva un ciudadano más. En sus primeras elecciones sacaron tres diputados, todo un logro, siendo la primera vez que se presentaban, se empezaba a dar voz en el Parlament a esa población catalana sin representación, sin pertenencia al "pensamiento único". En el Parlament se comenzó a escuchar el castellano por primera vez, algo "bonito" estaba empezando, un conjunto de votantes tenían a quien votar, quien le representaba. Habría que esperar hasta el año 2012 para ver como se triplicaban los diputados en el Parlament, era el principio del ascenso de este partido novedoso, antinacionalista por definición, de corte liberal en lo económico pero de importante defensor de derechos como la regulación de la eutanasia, ¿una UCD en el siglo XXI?.
Albert Ribera allá por el año 2015, deja su representación en el Parlament para dar el gran salto, como candidato a la presidencia del gobierno de España, puede ser que en este momento se puede considerar el principio del fin, o quizás hay que piense que es la evolución correcta del partido. La personalidad de Albert Rivera, era arrolladora (aunque también se podía considerar un problema para el partido, porque fuera de Albert en un principio eran conocidas pocas personas), la idea en un principio no era mala, trasladar a nivel nacional el proyecto político y económico que había echado a andar en Cataluña. Los comienzos no fueron malos, en las primeras elecciones que se presentó en el año 2016 obtuvo 32 escaños, y en la segunda en 2019, pasó a tener la friolera de 57 diputados. Aquí es donde surgió el problema, se negó (o eso trascendió a los medios) a realizar cualquier tipo de pacto con el PSOE de Pedro Sánchez, un error para muchos, un acierto para unos pocos, ello junto con otros motivos hizo que se celebraran otra vez elecciones nacionales en el año 2019, donde el descalabro de Ciudadanos fue monumental, pasó de 57 diputados, a tan solo 10 escaños, dicho hecho, provocó la dimisión IPSO FACTO de Albert Rivera, la gente no le perdonó que no pactara con Pedro Sánchez, para evitar males mayores, como posteriormente ocurrió, tener a Podemos en el gobierno de la nación.
En el periódico ABC de 10 de diciembre de 2019 aparece la siguiente noticia: