lunes, 5 de noviembre de 2018

CAMINO GALICIA

Eran las cinco de la tarde pasadas de aquel día del mes de octubre, por esa carretera que se toma a la derecha pasada Montamarta y nos lleva a casi Sanabria. El sol comenzaba a descender y daba de lleno en el cristal, estaba atravesando las tierras de Tábara, tierras desiertas de gente pero bellas, quizás por su escasa población o por caprichos del destino, olía campo cuando baje el cristal una vez pasado Pozuelo de Tábara, ese olor otoñal mezclado con agua de lluvia, una sensación difícil de describir, cuando tuve que dar un frenazo, algo estaba delante de mi coche sin saber que era, un Jabalí, bueno más bien una Jabalina con sus tres crías, cruzando con parsimonia, como si no supiera que la civilización había llegado al oeste zamorano, o como sino quisieran enterarse. Me libré por poco de ese golpe maldito de posibles nefastas consecuencias, poco a poco emprendí de nuevo la marcha, Tábara la atravesé a la vez que se cruzaba conmigo un bus de DAINCO que realiza la ruta Ferrol-Algeciras. Tábara, la capital de la comarca, donde los de Ferreras de Abajo o cualquier otro pueblo van a comprar el día de feria después de tomar dos vinos en el bar. A pesar que el coche tiene un gran depósito de combustible tuve que hacer uso de la gasolinera de Otero de Bodas, gasolinera atendida por mujeres solo mujeres, de tres generaciones distintas, mujeres naturales, antónimas de esas "mujeres florero" del barrio Salamanca, de esa gente que con dos palabras y un gesto sirve para entender lo que otros necesitarían dos párrafos. Al ir a pagar a la tienda-bar de la gasolinera me percaté que era el centro social del pueblo, estaba lleno de lugareños donde discutían si en el hospital de Zamora, el Virgen de la Concha, fue construído en los años 70 o 60, mientras otros hablaban de la proeza de Juan el de los "mochuelos" que había matado el día anterior tres Jabalís y dos zorras en Villaciervos...
Retome la marcha, antes de despedirme de la carretera me esperaban dos puentes de la antigua usanza, sobre el embalse, donde hay que dejar paso según la preferencia. Sobre el embalse se reflejaba el sol en su ocaso, y casi sin querer me incorporé a la autovía de las Rias Baixas camino de Galicia.

domingo, 3 de diciembre de 2017

A TI....EN EL CIELO...

No se si fue un mal sueño que no quise nunca despertar....no se si algún día volverá a ser igual. Nacistes hace cuatro días como dicen los antiguos en Sando, ese pueblo de la provincia de Salamanca, entre La Cabeza de Diego Gómez y Santa María de Sando, en el mes en el que el verano toca a su fín, en donde la sementera toma presencia, y las tardes eran para las mujeres la iglesia su lugar, y el rosario su hacer. Pues sí, hoy hace más de un mes...bueno casi dos...que pasó..tu último adiós en el día del Pilar, a la hora del desfile..ese maldito día..nunca el día del Pilar volverá ser igual.
Pero ante todo me pregunto pero cómo...¿cómo ha sido?...todavía parece que no soy consciente de tan fatal acontecimiento..pero ¿por que?, pero si hace tres días y medio estábamos de matanza en un día helador de invierno...
Mi vida en los últimos once años, no soy muy consciente como ha sido, veloz mucho, salí al mundo exterior, me enfrenté al dichoso mundo, con sus cosas malas y sus cosas muy buenas. Ese dos de octubre, peor día de mi vida, me quedará marcado a fuego el resto de mis días..¿y por qué todo?...jamás habrá explicación..
La vida sigue pasando...te fuiste en la peor sequía de los últimos años, en octubre el campo parecía que era agosto, las charcas vacías, y las vacas pidiendo paja...
Cada día al salir de casa miro al cielo y pienso que en tí, que me vigilas y me guías, pero tu ausencia se hace notar...

La vida a veces duele, a veces cansa, a veces hiere. No es eterna, no es perfecta, no es coherente, no es fácil; pero a pesar de todo LA VIDA ES BELLA.

miércoles, 21 de junio de 2017

LA BICICLETA Y LA VIDA

Serían las seis y cuarto de la tarde de aquel día de finales de mayo, en donde el calor ya había hecho acto de presencia, un calor que podría ser de finales de junio o comienzos de julio. Me enfundo en mi mallot y culote y monto la bicicleta de las glorias y sufrimientos. Basta un par de pedaladas para comprobar que sol hará mella en la subida de la cuesta rompepiernas. Poco a poco vamos alejándonos de la ciudad, dejándola en la lejanía para comenzar a subir el pequeño puerto. Tardó poco tiempo en hacer acto de presencia el sudor, el plato pequeño y piñón grande era el equipo de trabajo. Entre tragos de agua conseguí superar medio puerto, pero de repente mis pedaladas parecía que no servían para nada, veía a mis compañeros cada vez más lejos, sentía el corazón cada vez más acelerado y las gotas de sudor se me introducían por los párpados haciéndome cada vez más difícil la visión. Cuando estaba a final del puerto, cuando quedaba la última rampa, mis piernas dijeron Basta, y en ese último tramo fui bajado de la misma, con ella de la mano, pero a pesar de ello los latidos no descendían y el calor seguía insoportable. Acabado el puerto tocaba llanear, volví a montar en la "máquina" para alcanzar a mis compañeros de batalla, una vez reunidos, mi cuerpo dijo hasta aquí..."desmonté" y sentado en el suelo me quise caer hacia atrás. Fueron diez minutos duros de recuperación, pero hizo su efecto. El regreso a la batalla fue fácil, después de lo pasado, como camino de rosas sin espinas. La llegada a la meta fue más triunfal que nunca...el esfuerzo supuso la derrota a la pereza. San Agustín decía: " por muy lejos que hayamos llegado el ideal está más allá...". Quizás tenía razón.

lunes, 19 de junio de 2017

AQUEL JOVEN...AQUEL FUTURO ABUELO

Empezaba el verano de 1936 en un pueblo de la Castilla  o quizás mejor dicho del antiguo Reino de León en su zona sur. Un pueblo más de tantos en una provincia agrícola y más ganadera de la zona interior española, donde las noticias políticas o incluso económicas ocupaban poco en aquellos años duros de trabajo en el campo. Se estaban guadañando los prados con la guadaña que te hacía mover todo el cuerpo al unísono, cuando su padre le mandó ir en la bicicleta al pueblo cercano a cumplir con un cometido. F.S. se negaba a ir había oído que en la cuneta de la carretera que le conducía al pueblo había un cadáver. A sus 19 años no había visto ningún difunto de cuerpo presente, tomó la decisión de ir al pueblo vecino dando un un pequeño rodeo para evitar tal agrio momento. Quien le iba a decir lo que le ocurriría poco después...
F.S. acudió como cada mediodía de verano a buscar la cesta de la comida a casa para llevársela a los segadores a las tierras, antes de salir de casa con comida oyó por la radio que había habido un levantamiento de las tropas en Canarias y en las plazas de Ceuta y Melilla. ¿Que demonios ocurre?, pensó para sus adentros..¿que es eso?.. al día siguiente todo el mundo hablaba por el pueblo del estallido de la guerra civil..que si rojos...que si nacionales...F.S. seguía con sus quehaceres..hasta que una maldita carta llegó. El membrete de la misma ponía JUNTA NACIONAL, F.S. no lo habría podido imaginar ni en sus peores pesadillas se le llamaba para su alistamiento en las tropas del bando nacional, debía presentarte al día siguiente en el acuartelamiento principal de Salamanca.
Fueron tres años duros de tiros y muertes, de sed y hambre, de piojos y hostigamiento, tres años de conocer España, de conocer el país en la modalidad que nunca quiso haber conocido.
Hoy verano de 1996, sesenta años después del comienzo de aquella fatídica contienda, estoy con él F.S. mi abuelo mirando a las tierras, como la cosechadora es capaz de segar en unas horas lo que hace unas cuantas décadas tardaban días enteros en segar una cuadrilla sin más armas que sus hoces, mientras mi abuelo me dice: "no quería ver un muerto...y vi miles..."


domingo, 21 de mayo de 2017

La fatal mina de URANIO en Villavieja y Retortillo

Esta mañana he vuelto a leer una noticia de la controvertida mina en la provincia de Salamanca.
Salamanca y en especial su provincia se caracteriza por su despoblamiento brutal y envejecimiento acuciante, pero no nos puede llevar al todo vale para corregir la situación, que no nos vendan la "moto".
Cada encina arrancada rasga el alma de cada uno que amamos la naturaleza y no somos talibanes ecologistas. Somos gentes que amamos nuestra tierra, aunque debido a las escasas oportunidades tuvimos que marchar al "exilio" por un trabajo quizás "mejor". Pero, digo no y no, una encina es una joya en el desierto, es un techo en los días de lluvia, quita el sol a las ovejas amarizadas en verano y son la representación del campo charro.
Si esto es el progreso no lo quiero, quiero ir por la carretera de Retortillo, y seguir oliendo a campo, ver como esa gente de la tierra esparcen los paquetones de paja en los duros inviernos de helada bajo cero. Ver correr los caballos entre las encinas encerrando las vacas para el día del saneamiento, o oír los conciertos de ranas en primavera.
Pero porque, siempre se acuerdan de nuestra tierra para lo malo?, También nos quisieron hacer un cementerio nuclear en las Arribes!. Ya está bien, señores políticos, no todo vale, el dinero no es todo...es muy fácil firmar un "papel" en Valladolid, sin a ver pisado nunca Villavieja, Retortillo, Bogajo o Vitigudino. Mientras en ese despacho del gobierno autonómico entre risas se despacha en inglés, Juan, Pedro o Manolo arrancan su tractor con alma rasgada de ver como sin comerlo y beberlo las encinas y campos que los vieron nacer van desapareciendo por algo que dicen "progresar".

martes, 22 de noviembre de 2016

Vaya Otoñada

Una vez pasado "los santos" el campo todavía no conoce los rigores de las heladas que dejan al campo teñidos de blanco, donde cada mañana se pueden ver el respirar de cada vaca. Las aguas caídas en los últimos días junto con una temperatura bondadosa nos deja un otoño como hacía tiempo. Quizás sea fruto del cambio climático, quizás fruto del azar climatológico, fuera como fuese las vacas están en "boda".
Esta mañana volví a pisar el campo, y sentí la emoción al ver todo el verdor a mi alrededor mientras observaba como una vaca comía hierba alta.
No todo el año puede ser igual, porque sino no habría otoñada, ni sabríamos valorar, pero no cabe duda que es una de las más bonitas estaciones del año, aunque presiento que el final de la misma está cerca al sentir el aire helado en la cara conjugado con el cielo encapotado, quizás como "temple" veremos nieve.


miércoles, 12 de octubre de 2016

POR El NORTE DE LUGO

Día 1

11y30 horas llegada a Lugo, aparcar el coche no resulta fácil, finalmente hacia las afueras.
Mañana en la capital lucense, paseo por sus calles, visita a la Catedral, subir a la muralla...
14y00 horas de comer, a base de pinchos, 3 consumiciones en tres bares de la Rúa Nova más que suficiente.
16y00 partida hacia Burela, por buenas carreteras y la famosa A 8.
17y30 horas llegada a Burela, localización del hotel, hacer la entrada en el mismo, compra en el súper para la cena, caminata por el paseo marítimo y tomar un vino con los lugareños.

Día 2

8y00 horas levantarse, desayuno en cafetería cercana y aseo.
9y00 horas partida hacia Viveiro, visita localidad, paseo por sus calles y tomar un pequeño almuerzo.
11y30 horas dejar atrás Viveiro, dirección hacia Concello de Xove, Vilacha nos esperaba, una ruta por el camino marcado hacia el mar, visita su faro y subida al monte donde están ubicados dos bancos con vistas al Mar.
15y00 horas dirección a Xove para comer, no posible la comida de plato compra de un bocadillo en un bar mientras los lugareños juegan a las cartas.
16y15 horas Partida de Xove hacia la fábrica de Sargadelos, visita de la exposición, la fábrica no se puede tiene que ser por la mañana.
17y00 horas salida hacia Burela, Paseo por el pueblo, paseo marítimo y tomar un vino.

Día 3

8y00 horas levantarse, desayuno en cafetería cercana y aseo.
9y00 horas partida hacia Ribadeo, visita el pueblo, calles, ermita, faro...compra comida en supermercado.
12y30 horas camino hacia La playa de las catedrales, pasear por las mismas, meter los pies en el agua. Ruta a pie hasta Rinlo ida y vuelta.
18y00 horas marcha hacia Burela con parada en Foz, visita del pueblo con para en bar a tomar un vino.
20y00 horas Vuelta para Burela a descansar.

Día 4

8y00 horas levantarse, desayuno en cafetería cercana y aseo
9y00 horas regreso con parada en Mondoñedo.