domingo, 21 de mayo de 2017

La fatal mina de URANIO en Villavieja y Retortillo

Esta mañana he vuelto a leer una noticia de la controvertida mina en la provincia de Salamanca.
Salamanca y en especial su provincia se caracteriza por su despoblamiento brutal y envejecimiento acuciante, pero no nos puede llevar al todo vale para corregir la situación, que no nos vendan la "moto".
Cada encina arrancada rasga el alma de cada uno que amamos la naturaleza y no somos talibanes ecologistas. Somos gentes que amamos nuestra tierra, aunque debido a las escasas oportunidades tuvimos que marchar al "exilio" por un trabajo quizás "mejor". Pero, digo no y no, una encina es una joya en el desierto, es un techo en los días de lluvia, quita el sol a las ovejas amarizadas en verano y son la representación del campo charro.
Si esto es el progreso no lo quiero, quiero ir por la carretera de Retortillo, y seguir oliendo a campo, ver como esa gente de la tierra esparcen los paquetones de paja en los duros inviernos de helada bajo cero. Ver correr los caballos entre las encinas encerrando las vacas para el día del saneamiento, o oír los conciertos de ranas en primavera.
Pero porque, siempre se acuerdan de nuestra tierra para lo malo?, También nos quisieron hacer un cementerio nuclear en las Arribes!. Ya está bien, señores políticos, no todo vale, el dinero no es todo...es muy fácil firmar un "papel" en Valladolid, sin a ver pisado nunca Villavieja, Retortillo, Bogajo o Vitigudino. Mientras en ese despacho del gobierno autonómico entre risas se despacha en inglés, Juan, Pedro o Manolo arrancan su tractor con alma rasgada de ver como sin comerlo y beberlo las encinas y campos que los vieron nacer van desapareciendo por algo que dicen "progresar".

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