Las opciones a tomar era desviarnos dirección Hermisende o Lubian, las dos carreteras eran sinuosas y quizás también tenebrosas, pero era toda una aventura por descubrir, optamos por cercanía a Lubian. Cada vez que nos acercábamos más a dicho pueblo, más espectacular se volvía el paisaje, eso sí, en la carretera solo entraba el coche en anchura. Antes de llegar, al municipio nos desviamos hacía la derecha, otro camino nuevo por descubrir, todo desconocido para nosotros...pero esta vez había un problema..un vehículo matrícula Portugal venía enfrente de nosotros...como hacemos...no entramos...fueron los portugueses los que gentilmente se orillaron en el camino. Otro ciento de metros más allá..otro problema surgía...un pequeño puente...pasará el coche no pasará...pero pasó...Después del camino tortuoso, con más de una dificultad, no eramos consciente lo que nos deparaba, ante nosotros sin esperarlo se descubrió un lugar mágico el santuario de Tuiza:
No dábamos crédito al lugar, su belleza, en medio de una naturaleza espectacular...fue el azar, o la suerte..pero sin querer, y sin buscar encontramos...Fueron solo una simples fotos, y unas miradas al horizonte bastaron, para prometer que volveríamos al lugar descubierto al azar...
Proseguimos a continuación, por un camino sinuoso, con importante pendiente para enlazar con la autovía A-52, rumbo a Galicia...
P.d.: La construcción de la autovía de las Rías Baixas, le ha quitado grandeza al lugar, la misma pasa por encima del Santuario, aunque a bastantes metros.
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