sábado, 6 de julio de 2019

EMIGRANTE

Nunca fui consciente de lo que significaba la palabra "emigrante", hasta como todas las cosas me tocó vivirlo en primera persona, duro es un rato largo, nadie pero nadie por gusto es cambiador de residencia por gusto. Pienso en aquellas personas que nacieron y se criaron en Villar de Peralonso, Ciperez o los Peralejos, y llegada la recién entrada juventud hicieron las maletas para emigrar a la otra punta del país...coger un tren de 12 horas en Salamanca, capital de provincia para aparecer a la mañana siguiente en la estación de Francia de la ciudad Condal...Barcelona una ciudad enorme, llena de despropósitos y propósitos...en poco tiempo un trabajo de factoría en el Baix Llobregat o quizás en el Vallés occidental...para compartir barrio en Cornellá o Sabadell con Andaluces, Extremeños o Murcianos...siempre recordando los años de la infancia en el pueblo del corazón de Castilla y León...soñando con la vuelta al mismo, con hacer una casa que fuera la mejor del pueblo. Pero poco a poco todo se complica...matrimonio con una mujer venida del sur... Valdepeñas de Jaén..o de Cabra en Córdoba...pero cada verano allí volvía...me emocionaba al ver las vacas morochas pastando en los cercados de Sahelicejos antes de llegar Ciperez...cuántos recuerdos de cuando íbamos a pájaros al palomar...mis hijos no me entienden...pero yo cuando me muera quiero que mis cenizas abonen los campos donde nací, que cada primavera disfrute con la hierba alta, y los conciertos de las ranas...cada invierno sufra con aquella nevada que impide a la vaca comer...
Donde naces siempre quieres volver...



EN LOS CASI 40 AÑOS

No sé como ha sido, pero casi ha llegado, sin saber cómo los 40 están a la vuelta de la esquina. En un abrir y cerrar de ojos...da miedo echar la vista atrás...mi mente recuerda como dije cuando tenía 4 años que era capaz de quitar el pestillo de la puerta trasera...sin saber cómo...padre, marido, trabajador...y emigrante sin querer serlo...en fin...
Pero no hay que venirse a abajo, sino muy arriba nos quedan otros cuántos años más de lucha vital, donde no faltarán las cosas malas, pero seguro que buenas también habrá.
Buf...hay que pararse un momento para echar la vista atrás...