lunes, 15 de febrero de 2016

Simplemente, Miguel Delibes

Hombre de campo y para el campo, de Castilla, de esa Castilla próspera en tiempos de la Mesta y envejecida y indolente. Nació cuando la primera guerra mundial ya había tocado a su fin dos años atrás, el día 17 de octubre de 1920, en Valladolid. Por consiguiente su juventud fue marcada por la posguerra española.
Supo retratar la realidad cotidiana del páramo castellano, hay queda su libro "El Camino", la historia de tres amigos en un pueblo castellano cualquiera, en donde el protagonista, dice para que ir a ningún sitio si en su pueblo lo tiene todo, y que gran verdad...
Su pesimismo fue marcado en otro libro suyo que recibió el premio Nadal, "La Sombra del Ciprés es Alargada", desarrollado en la Ávila de los cuatro postes y las fuertes nevadas, donde la felicidad nunca tiene una existencia duradera sinó efímera.
Su afición a la caza fue una constante, la supo reflejar plenamente en "Diario de un Cazador", esas narraciones donde refleja el amante del deporte de escopeta, el deporte de la escopeta al hombro y el perro sacando la perdiz. Recuerdo esa descripción de poner los pelos de punta en el pasaje que mata a su amigo más fiel, su perro.
La España democrática también tuvo su reflejo en su obra con el libro, "El disputado voto del señor Cayo", donde se ve plenamente la decadencia de un pueblo castellano y la autenticidad de sus habitantes escasos en contraposición con el progreso y el desarrollo, en fin una joya que no se puede dejar de leer.
El último de sus libros de renombre fue "El Hereje", un impresionante libro perfectamente documentado, en un Valladolid de hace años, donde pone de manifiesto como una persona nunca alcanza sus limites, y deja marcado la crueldad de las religiones.
En fin un maestro de lo suyo, un genio de la escritura y del conocimiento, murió en Valladolid en 12 de marzo de 2010.